Page 38 - Cuentos_CIMORT_2019

Tengo algo distinto que el resto de gente, por lo que no me aceptan igual que al resto de niños. Me llamo Daniel y tengo un brazo robótico. Estuve en un accidente automovilístico, nos chocó un camión de carga para construcciones, yo fui el único que le causó problemas tan graves, las heridas del resto de mi familia fueron cosas menores que se iban a curar con el tiempo a diferencia de lo mío. Al principio la idea me parecía muy buena, ¡Ponerme un brazo robótico con el que podría hacer chocolate caliente automáticamente!, o ¡tener rayos láser en él, se podría estirar hasta el otro lado de la casa para traerme lo que yo quisiera!, pero no fue así... Aunque soy un niño bastante inteligente y generalmente tengo bastantes buenas notas, no me va bien socialmente. Mis amigos hablan de mí a mis espaldas, se ríen cada vez que entro a la clase, se ríen de mí y gritan apodos feos como “El niño robot”. También me preguntan que si puedo hablar o comunicarme con los aparatos. Pensé que no lo iban a seguir haciendo, pensé que solo lo hacían porque yo era el “niño nuevo” entonces pensé que solo lo tendría que aguantar por un corto plazo de tiempo. Pensé que era algún tipo de prueba y que se iba a acabar pronto, así que intenté mantenerme fuerte, como si no me importara, pero en realidad sí que lo hacía, me dolía mucho pero nunca lo demostré. Así pasó el tiempo, un día, una semana, un mes, hasta que pasaron 4 años. Ya tenía 13 años. Seguían haciendo comentarios de mal gusto, me di cuenta de que si no hacía nada al respecto no iban a parar de dañarme. 38