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PACTO MUNDIAL PARA UNA MIGRACIÓN SEGURA, REGULAR Y ORDENADA
La gestión de la migración es uno de los mayores desafíos para la cooperación internacional en el siglo XXI. La migración impulsa el crecimiento económico y reduce las desigualdades, sin embar- go, también es una fuente de tensiones políticas dentro y fuera de los países receptores de migrantes. En los últimos meses los votantes han relevado gobiernos exigiendo por la vía electoral políticas migratorias menos abiertas: Reino Unido, Italia, Esta- dos Unidos, Francia, España y Alemania por citar sólo algunos, se encuentran en ese debate.
La presión demográfica, la inestabilidad de los gobiernos y los efectos del cambio climático en las sociedades vulnerables pueden provocar un mayor aumento, provocarán mayores flujos en los próximos años. Por ello, en el marco de las Naciones Unidas, los países negociarán durante 2018 y 2019 un Pacto Mundial sobre la Migración.
El Pacto será el primer acuerdo internacional de carácter global de este tipo y aunque no será un tratado formal, ni impondrá obligaciones vinculantes para los Estados, es una oportunidad sin preceden- tes para establecer una visión común sobre la manera de lograr que la migración beneficie a las economías de los países de origen, tránsito, destino y retorno de personas.
Los migrantes también realizan una gran contribu- ción al desarrollo internacional mediante el envío de remesas a sus países de origen. Las remesas ascen- dieron a cerca de 600,000 millones de dólares el año pasado y son una importante fuente de ingresos para nuestro país.
El desafío fundamental es aprovechar al máximo los beneficios la migración ordenada y productiva y acabar con crecientes abusos y prejuicios.
De interés particular serán las posturas frente a la migración de Siria, del Norte de África y de los países del llamado triángulo norte de Centroaméri- ca (El Salvador, Honduras y Guatemala).
México y Suiza fungen como facilitadores de esta negociación de la que Estados Unidos de Nortea- mérica y Hungría ya se han retirado.
También se negocia, el Pacto Mundial para los Refu- giados que complementaría la visión para aquellos migrantes (no económicos) que huyen por las situa- ciones de grave riesgo de zonas de conflicto o ines- tabilidad como Venezuela, Haití o Cuba.