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siempre buscaba líos con la autoridad; esperando que su madre lo mandara a vivir a
París con unos familiares, decide llevar carteles de índole atea a través del pueblo, se
pelea con sus maestros y compañeros de clase y aunque siempre le fue muy bien en el
colegio nunca encajo.

A escondidas de su madre, y con la ayuda de su profesor de retórica, Georges Izambard,
logra leer a los grandes de la literatura. Este lo introduce a la poesía profesional a través
de la publicación de uno de sus poemas en la revista parisina “Revue pour tous”. Por
estas épocas trata de volverse un “parnasiano”, miembro de un movimiento poético en
contra del romanticismo de Víctor Hugo, y aunque tiene una relación de
correspondencia con el grupo, nunca lo vuelven publicar ni lo incitan a ir a Paris. Aun
así, Rimbaud escapa a parís como adolescente por índole propia, donde vivió por varios
años y escribió sus mejores poemas.

Durante su tiempo en parís conoce a los grandes del circulo intelectual francés como
Víctor Hugo, Charles Cros, André gil y Paul Verlaine. Durante este tiempo escribe con
la mentoría de muchos poetas, pero nunca logra encajar, al final tiene un choque físico
con el fotógrafo Étienne Carjat. Verlaine, para protegerlo lo devuelve a Charlesville. Al
volver con Verlaine, empiezan a tener un amorío homosexual y después se mudan a
Londres. Durante este tiempo, tienen una relación de índole toxica, y Verlaine cansado,
se devuelve a la casa de su madre en Bruselas, a esto, Rimbaud va a buscarlo y en la
discusión, Verlaine le dispara en la mano. Rimbaud no lo toma personal, pero Verlaine
termina cumpliendo dos años en la cárcel, mientras tanto, Rimbaud se devuelve a su
pueblo natal en el que escribe “una temporada en el infierno”, una de sus obras más
importantes.

Después de esto, viajo por Europa y dejo de escribir para finalmente acabar en África.
Mientras viajaba por Europa, mayormente a pie, tuvo varias amantes, pero nunca
empezó una familia, según el estaba “destinado a errar la tierra”. En África, se volvió
traficante de armas y proxeneta, además, se enfermo de la rodilla, y volvió a Francia,
donde murió a los 37 años, para ser más exactos, en Marsella.

POEMAS

El corazón de Rimbaud

¡Mi triste corazón babea a popa,

mi corazón que colma el caporal

y me vierten en él chorros de sopa,

mi triste corazón babea a popa:

con las bromas sangrientas de la tropa

que brama un carcajeo general,