• Lávese las manos rápidamente con jabón y
agua caliente o use un limpiador anti
bacterial.
• Si es posible aplique presión directa con
un paño limpio, toalla de papel o trozo de
gasa en el área herida para detener el
sangrado.
• Limpie la herida con agua fresca y un
jabón, y séquela suavemente.