Page 42 - Los judíos y la masonería - Pe. Nicolas Serra y Caussa, 1907
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          no  una. sola  asociación  para aniquilar,  a  ser  posible,  el  nom-
          bre cristiano. Y no  creái!,  señor,  que  en esto  exagero  lo  más
          mínimo;  pues  yo  no  sostengo  sobre  este  punto  nada,  que  no
          me  haya  sido  declarado  por  los  mismos  judíos,  y  ved  de
          que  manera.
            "Cuando  el  Piamonte,  de  donde  yo  soy  nativo,  se  hallaba
          en  revolución,  tuve  ocasión  de  frecuentar  el  trato  y  tener
          confianza  con  ello~>- aunque  ellos  fueron  los  primeros  en
          buscarme; y  como  yo  entonces escrupulizaba  poco,  afecté  es-
          trechar  con  ellos  grande  amistad,  y  llegué  a  decirles,  supli-
          cándoles el más rigurosa secreto,  que  había nacido  en  Liorna
          de  familia  judía;  que  muy pequeño  todavía,  había  sido  edu-
          cado  por  no  se  quien.  que  ni  siquiera  sabía  si  había  sido
          o no  bautizado,  y  que  a  pesar de  vivir  y  obrar  exteriormen-
          te  como  católico  en  mi  corazón  pensaba  como  los  de
          mi  nación,  por  los  que  había  conservado  siempre  tierno  y
          secreto  amor.  Entonces  ellos  me  hicieron los  mayores  ofreci-
          mientos y me franquearon toda su confianza. Me  prometieron
          el  ascenso  de  general,  si  me  prestaba  a  entrar  en  la  secta
          de  los  francmasones;  me  enseñaron  grandes  cantidades  de
          oro  y  plata  que  distribuían,  me  decían,  entre  los  que  abra·
          zaban  su  partido,  y  se  empeñaron  en  regalarme  tres  armas
          adornaclas  con  las  insignias  de  la  fracmasonería,  que  yo
          acepté  para  no  disgustarlos  y  animarlos  a  que  me  dijerar:.
          sus  secretos.  He  aquí  lo  que  los  principales  y  más  ricos  ju·
          díos  me  descubrieron  en  diferentes  ocasiones.
            "1 9  Que  Manes  y  el  infame  Viejo  o anciano  de  la Monta-
          ña  habían  salido  de  su  nación;
            "2°  Que  la  francmasonería  y  la  secta  de  los  iluminados
          fueron  fundadas  por  dos  judíos,  cuyos  nombres  me  dijeron.
          mas que por desgracia se me  han borrado de  la memoria;
            "3 9  Que  de  ellos,  en  una  palabra,  habían  tomado  origen
          todas las  sect88  anticristianas,  tan numerosas  al  presente,  y
          cuyos afiliados ascendían a  muchos millones  de  ambos  sexos,
          de  todo  estado,  categoría  y  condición;
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            "4 Que  solo  en  nuestra  Italia  contaban,  como  adeptos,
          más  de  ochocientos  eclesiásticos,  regulares y  seculares,  entre
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