Page 118 - Arquitectos del engaño
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Después de 1.840 las ideas psicópatas de los Carbonarios se extendieron por toda la Península de los
Apeninos.
Los dirigentes más importantes eran destacados masones y los Illuminati como el conde Camilio di
Cavour, Giuseppe Garibaldi, y Giuseppe Mazzini. Mazzini siempre iba vestido de negro como si llevara luto
para su país. Acabó siendo conocido como el "genio malvado de Italia" e intentaba llevar a cabo las
actividades de los Illuminati a través de la Alta Vendita, la principal logia de los Carbonarios. Cavour
reformó la economía italiana e introdujo la lira como moneda. Desde noviembre de 1.859, después de la
formación del gobierno provisional, la nueva moneda se convirtió en la lira. Cavour fue nombrado primer
ministro de Cerdeña en 1.852. También fundó y editó el diario Il Risorgimento (El despertar) en 1.847. Este
acabó siendo, eventualmente, el nombre que dieron al movimiento de unificación.
La sede de los Carbonarios estaba situada en Roma. En la década de 1.820 el movimiento tenía
700.000 miembros armados. Afirmaban que se podría iluminar el mundo con el fuego sagrado
(¡iluminismo!). El símbolo de su mensaje de la verdad era el carbón, la fuente de la luz. Un árbol al revés
simbolizaba al rey asesinado. Defendían la eliminación de los lobos (los tiranos) del bosque (la sociedad).
Los miembros de la misma cabaña se llamaban boni cugini (primos buenos). Los no-Carbonarios
eran llamados pagani (paganos). Los Carbonarios se dividían en dos clases: maestros y aprendices. Ningún
aprendiz podría alcanzar el grado de maestro hasta pasados seis meses.
Los colores de los carbonarios eran el azul (esperanza), el rojo (amor) y el negro (fe). En sus
reuniones llevaban cinco triángulos brillantes que simbolizaban el programa de cinco puntos de los
Illuminati.
El novato, debía ser recomendado por tres miembros, era arrastrado dentro de un saco desde la
antecámara hasta el umbral de la choza. El maestro daba tres patadas a la puerta y decía ceremoniosamente:
"¡Primos buenos, necesitamos ayuda!"
Una respuesta ritual permitía entrar a los principiantes. Según el rito simbólico el candidato era
arrastrado a través de "el bosque", "el fuego" y "el agua", antes de hacer el juramento. Sólo entonces se le
dejaba salir del saco.
Cuando el carbonario recibía el grado más alto, era informado sobre qué representaban realmente los
símbolos. Hasta ese momento le habían mentido y le habían seducido con piadosas historias cristianas.
Un traidor perdía la cabeza, su cuerpo era quemado en la hoguera, las cenizas se esparcían por todas
direcciones, el verdugo se lavaba con agua.
El movimiento se extendió a España, Suiza, los Balcanes y a Alemania, donde los carbonarios
utilizaban el nombre de la Unión de los Muertos.
Al frente estaba el Alta Vendita, los diputados eran elegidos desde las otras vendite. El símbolo
distintivo del maestro era una pequeña hacha, a los aprendices se les identificaba por un pequeño y gastado
haz de leña en el ojal.
La similitud entre la sociedad secreta de los Carbonarios y la masonería es evidente. Los masones
podían entrar en los Carbonarios directamente como maestros. Su bandera roja, azul y negra fue el estándar
de la revolución en Italia hasta que fue sustituida por la roja, blanca y verde en 1.831.
Los Carbonarios aparecieron en Francia en 1.820. Dos años más tarde había 60.000 miembros, que
habían sido reclutados entre oficiales militares ingenuos, estudiantes y trabajadores comunes. El marqués de
Lafayette se convirtió en el gran maestro del movimiento de conspiración militante y organizó un complot
contra Luis XVIII.
Los Carbonarios se aseguraron de que Louis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón, fuera
elegido presidente de la Segunda República de Francia. Durante el Segundo Imperio, cuando las autoridades
comenzaron a trabajar en contra de este movimiento masónico, los Carbonarios cometieron varios ataques
terroristas. Su objetivo era derribar definitivamente a la dinastía Borbón.
En 1.860, Mazzini había fundado una organización llamada la Oblonica, un nombre que deriva de la
palabra latina 'obelus', que significa "un escupitajo o una daga". Dentro de este grupo, estableció un círculo
interno, una moderna banda de criminales, llamada la Mafia, que era un acrónimo de Mazzini, autorizza,
furti, incendi, avvelenamenti (Mazzini, autoriza, robos, incendios, envenenamientos).
Extracto de la instrucción permanente de la Alta Vendita: "Aplastar al enemigo sea quien sea;
aplastar a los poderosos mediante mentiras y calumnias, pero sobre todo hay que aplastarlos en el huevo. Es
hacia la juventud que hay que ir. Son a quienes necesitamos seducir; son a los que tenemos que llevar bajo la
bandera de las sociedades secretas. Para avanzar por pasos, calculados pero seguros, de esta peligrosa
manera, primero necesitamos dos cosas. Debéis tener la apariencia de ser simples como las palomas, pero