Page 108 - Cuco
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D I Á L O G O   E N T R E   U N

                                                            B I L L E T E   Y   U N A   M O N E D A




                                                           Hace relativamente poco tiempo, en el monedero de mi
                                                           madre, un billete de 5€ y una moneda de 2€, realizaron este
                                                           mismo diálogo:
                                                           -¿Tú crees que algún día nos gastará?- pregunta el billete.
                                                           -Yo no sé si nos gastará, pero a lo mejor a mí me entrega como
                                                           paga a su hijo.-responde  la moneda.
                                                           -¿Y qué estás insinuando? ¿Qué tú vales  más que yo  porque a
                                                           ti te entrega a su hijo y a mí no? -le recrimina el billete.
                                                           -Yo no digo eso, digo que a mí a lo mejor me entrega a su hijo
                                                           como paga semanal, pero a lo mejor a ti te gasta en unas
                                                           chuches o algo así.-le tranquiliza la moneda.
                                                           -¿Y qué es que no me puede gastar en nada sano, como por

                                                           ejemplo  en comprar brócoli? -dijo el billete.
                                                           -Hombre por poder, puede pero… no creo que a su hijo le
                                                           guste.-opina la moneda.
                                                           -Encima las gominolas engordan, y, bueno tú, no se  puede
                                                           decir que estés muy bien. Estás algo regordita.-Dijo el billete.
                                                           -¡Mira yo por  ahí no paso! A lo mejor no estoy tan bien como
                                                           una moneda de un euro, pero al menos intento que esto no se
                                                           convierta en una discusión. Dijo la moneda.
                                                           -Vale, lo siento.-Dijo el billete.
                                                           -Te perdono, pero no lo vuelvas a decir.-Dijo la moneda.
                                                           Y, justo cuando acabaron de hablar una mano apareció y los
                                                           saco a los dos.
                                                           A la moneda se la gastó en una botella de agua. Y al billete se
                                        108                lo gastó en un menú infantil del Burger King, para su hijo.


                                                           Carlos Gómez Sanchís. 1º ESO C
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