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Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo:
¡Doy gracias a Dios todos los días por todos ustedes! Al celebrar el 50 aniversario de nuestra Diócesis Católica de Memphis, estoy agradecido por el firme apoyo y las continuas oraciones que ofrecen en nombre de la Iglesia, a nivel local y universal. Ustedes han abrazado la unidad que proclamamos cada vez que nos reunimos en la Misa y recibimos a Cristo en la Sagrada Comunión. Tengan la seguridad de que están en mis oraciones diarias y, especialmente durante estos tiempos desafiantes, presento sus intenciones regularmente ante el Señor en el Santísimo Sacramento.
Como parte de la celebración de nuestro Jubileo de Oro, me complace darles la bienvenida al primer Congreso Eucarístico en nuestra Diócesis de Memphis. Un Congreso Eucarístico es una congregación de clérigos, religiosos y miembros de la comunidad para celebrar y glorificar a Dios en la Sagrada Eucaristía y compartir las gracias que nuestro Señor ofrece en este gran Misterio. Los Congresos Eucarísticos se llevan a cabo en diócesis de todo el mundo. De hecho, el 52vo Congreso Eucarístico Internacional se celebró recientemente en Budapest, Hungría, e incluyó una Misa de clausura con el Papa Francisco, lo que marcó el primer Congreso visitado por un Pontífice en 21 años.
El tema de nuestro Congreso Eucarístico es Para que Todos Sean Uno (Juan 17:21). En su carta a la Iglesia de Éfeso, San Pablo escribe: No hay más que un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la Esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola Fe, un solo Bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos, y vive en todos (Efesios 4: 4-6). Exhorto a todos aquí, en la tierra entre los ríos, con las mismas palabras. Hago un llamado a que recordemos que todos somos miembros del único Cuerpo en Cristo a través de nuestro Bautismo y que tenemos la bendición de poder recibir Su Cuerpo y Sangre cada vez que recibimos la Sagrada Comunión.
Esta creencia en la presencia real de Cristo bajo los auspicios del pan y el vino es un principio fundamental de nuestra fe; esto no es un símbolo, es Dios mismo presente con nosotros y, en última instancia, presente en nosotros. Es por eso que la Iglesia describe a la Eucaristía como fuente y cumbre de nuestra fe cristiana. ¡Regocijémonos en ese regalo y demos gracias! Recordemos que la palabra Eucaristía tiene justamente sus raíces en la palabra griega que significa “acción de gracias”.
Entonces, ¿qué ocurrirá en nuestro Congreso Eucarístico? Habrá oradores y presentaciones llenos de fe, así como música inspiradora. Pero también hay otras cosas para nutrir la mente y el cuerpo. Una de las experiencias de oración más poderosas es la de Adoración, sentarse ante el Señor en el Santísimo Sacramento y tener una conversación profunda con Él desde lo más hondo de nuestro ser. La oportunidad de participar en Adoración será otra parte fundamental del Congreso.
También tendrán la oportunidad de confesar sus pecados y hacer que su relación con Dios sea completa; esta es la belleza del Sacramento de la Penitencia. Habrá sacerdotes disponibles para escuchar su confesión y absolverlo de sus pecados a través del poder que Cristo le dio a su Iglesia. Y, en el corazón de este inspirador y santo fin de semana en Memphis, tendremos la celebración de hermosas Misas, que se ofrecerán en la apertura y cierre de nuestro Congreso Eucarístico. Esta es una verdadera unión de todos nosotros como familia de fe, congregados para recibir el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor en la Sagrada Comunión. No puede haber mayor signo de unidad entre aquellos que profesan la fe católica.
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