Page 12 - HIMNARIO BAUTISTA IBBH
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53. DIOS ESTÁ AQUÍ 56. EL MUNDO NO ES MI HOGAR
//Dios está aquí, tan cierto como el aire que respiro El mundo no es mi hogar, soy peregrino aquí;
Tan cierto como en la mañana se levanta el sol En la ciudad de luz tendré tesoros, sí,
Tan cierto como que le canto y me puede oír// Eterno resplandor por siempre gozaré,
Y la vida mundana jamás desearé.
Lo puedes sentir a tu lado en este mismo instante
Lo puedes hallar muy cerca de tu corazón Coro:
Lo puedes notar en ese problema que tienes Jesús está Bendito Cristo, Tú eres siempre fiel,
aquí, si tú quieres le puedes seguir. La dicha que me das más dulce es que la miel.
La célica mansión por siempre gozaré,
Dios está aquí, tan cierto como el aire que respiro Y la vida mundana jamás desearé.
Tan cierto como en la mañana se levanta el sol
//Tan cierto como que le canto y me puede oír// Un himno entonaré a Cristo el Salvador,
“Digno eres, oh Señor, de gloria y honor”
54. DULCE AMOR La patria celestial por siempre gozaré
Y la vida mundana jamás desearé.
//Tu dulce amor bálsamo es a mi vida
Se derramó para darme salvación Ningún dolor habrá al lado de Jesús,
Tu Hijo fue el precio por mis pecados Quién derramó su sangre en la cruenta cruz,
Su sangre es, el sello de mi redención Perfecta paz allá por siempre gozaré,
Y la vida mundana jamás desearé.
Coro:
Y no tengo más que mi vida para dar 57. QUE NECESITA ORAR
Mi voluntad y lo que soy ofrendas son en tu altar
Y mi decisión es vivir solo para Ti Soy yo, soy yo Señor, el que necesita orar
Y responder a ese amor que conquisto mi corazón// Soy yo, soy yo Señor, el que necesita orar
55. DULCE COMUNION No es mi padre, ni mi madre, sino yo Señor
El que necesita orar
Dulce comunión la que gozo ya
En los brazos de mi Salvador No es mi hermano, ni mi hermana, sino yo Señor
¡Qué gran bendición en su paz me da! El que necesita orar.
¡Oh! Yo siento en mí su tierno amor
Libre (Libre de penas), Salvo (Salvo de culpas)
Del pecado y del temor
Libre (Ubre de penas), Salvo (Salvo de culpas)
En los brazos de mi Salvador
Cuán dulce es vivir, cuán dulce es gozar
En los brazos de mi Salvador
Allí quiero ir y con el morar
Siendo objeto de su tierno amor
No hay que temer ni que desconfiar
En los brazos de mi Salvador
Por su gran poder Él me guardará
De los lazos del engañador