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el NOSTRE RACÓ PROFESIONALES DE GERIATRÍA. una gran necesidad
Antonio Cruz
En este número 1 de nuestra revista queremos plantear un tema que en Tres Magnolias nos preocupa sobremanera: conseguir que en nuestro centro trabajen personas que lo pasen bien con su trabajo. No solo eso. Conseguir mantener trabajando en nuestro centro a personas que sigan disfrutando con su trabajo. ¿Una utopía?. Creemos que no. Aunque somos conscientes de que no es un reto fácil. Y no es fácil porque exigimos mucho a unos profesionales que tienen una responsabilidad enorme: cuidar a gente mayor. Son los depositarios de un bien de valor incalculable: nuestros padres. Nuestros seres queridos. Depositamos nuestra confianza en que un conjunto de profesionales les cuiden de forma apropiada. Todos ellos tienen una importan- cia vital en esta cadena de servicios, desde el personal de limpieza al servicio médico, desde cocina hasa los profesionales de terapia. Por hablar en general. Todos tienen una importancia mayúscula en que nuestros abuelos sean tratados, cuidados, atendidos con dignidad, con RES- PETO.
Cuesta encontrar personas que quieran dedicarse al cuidado de otros. Y es más difícil todavía encontrar personas que lo hagan dignamente por una compensación económica que podrían conseguir en cualquier otro trabajo con menor responsabilidad. Cuesta mucho. Lo sabemos todos.
La sociedad tendrá que irse preparando para que esto vaya cambiando con el tiempo. Los que en un futuro no muy lejano necesitemos de cuidados demandaremos servicios muy profe- sionalizados. Cada vez más exigiremos que existan unas estructuras organizativas adecuadas, competentes.
Pues bien, esta exigencia por parte de los clientes futuros deberá ser satisfecha por profesiona- les preparados y, en consecuencia, con una compensación económica acorde. Con un salario adecuado.
El desfase que existe hoy en día entre altos niveles de responsabilidad con salarios no adecua- dos ha de irse corrigiendo en el futuro. Nos interesa a todos. Todos deberíamos luchar para que esto fuese así.
Para el cuidado de personas mayores no pueden ni deben haber restricciones que obliguen a reducir la calidad del servicio.
Es mucho más que un asunto económico, es un tema ético, es un asunto de respeto hacia los demás y hacia uno mismo.
#1
Opinión
enero 2019
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