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PARA CADA COSA SU TIEMPO Y SU LUGAR
Un día en el trabajo decidimos con mis compañeras traer algo para comer en la
oficina ya que eran las 10 de la mañana, teníamos mucha hambre y no estaba el
jefe, al cual le molestaba que comiéramos en el sitio de trabajo, el argumentaba
que para cada cosa hay un tiempo y un lugar.
UNIVERSIDAD TECNOLOGICA Y PEDAGOGICA DE COLOMBIA
Discutimos por varios minutos si nos arriesgábamos a cometer el dichoso
crimen; finalmente María y Mireya se dirigieron a la cafetería a traer las
anheladas onces. Llegaron, las compartimos y nos sentamos a disfrutar el
grandioso manjar, era un delicioso pastel de pollo y un suculento jugo, no
llevábamos ni el segundo mordisco cuando de repente vimos por las ventanas
que el jefe se acercaba, todas quedamos sorprendidas y gritamos ¡EL
DOCTOR MARIO! Yo del susto decidí abrir un cajón de mi escritorio para
meter el pastel, pero la silla me jugo una mala pasada, me resbalé y caí
aplastando el pastel, el Doctor Mario entro y todos rieron hasta mas no poder.
Anécdota Mayid Julieth Cubides Ortega
