Page 44 - En El Patio

Arlette Pichardo Muñiz
Del en/tramado de la Política Social y otras políticas
La expresión Política Social que se empieza a utilizar en Alemania, a finales del siglo XIX, pasa a Inglaterra y otros países de Europa, para atravesar el atlántico y llegar a América como práctica y disciplina de estudio en los inicios del siglo XX. Un rápido recorrido por sus raíces y trayectoria se intenta en este trabajo como punto de partida o trama referencial.
La Política Social en sus orígenes se asocia con las instituciones producto de la vorágine de la modernidad “sólida”, como le dice Bauman (2003/2000). Y en la “certeza” como sello distintivo de esa visión que facilita a la humanidad traspasar umbrales de profunda transmutación o transfiguración: la sustitución de la energía física por la energía mecánica en la revolución industrial, la organización de las ciudades, la instauración de la burocracia como forma de instrumentar el accionar del Estado, la organización y automatización de la producción sobre la base de la especialización, la distribución del trabajo y la efectividad en los tiempos de ejecución (la producción en serie, cadena de montaje o línea de ensamblado).
La homogeneización, la normatividad, la estandarización, la disciplina, la jerarquía, el control externo y el miedo, sustratos subyacentes de la cultura de modernidad, impregnan la forma de “ver” al mundo (o, quizás de no ver) con un propósito común: la búsqueda de conductas huma- nas uniformes y la abolición de la diferenciación; lo diferente no se vale, se le considera arcai- co; y, por tanto, objeto de atención en vista a su superación.
Tales procesos requieren de mecanismos regulatorios de integración a la metamorfosis de la cuestión social: la condición asalariada (Castel, 1997/1995).
“La gente no entró a la fábrica alegremente y por su propia voluntad. Un régimen de disciplina y normatización cabal fue necesario” (Lander, 2000, p. 8).
El sistema educativo, la salud pública, el complejo de la seguridad social y la asistencia social, le proveen soporte y legitimidad. Saber leer y escribir, un ritual central en la disciplina y la obediencia requeridas para incorporarse en la dinámica productiva y en la forma de vida de la modernidad; y, al compás, la salud y la protección de riesgos laborales para estar en condi- ciones de trabajar en forma asalariada.
Del nacimiento de una crea-tura
En la Europa de finales del siglo XIX nace una crea-tura que, desde sus orígenes, intenta operar como mediadora entre la política “a secas” (la disputa por el poder) y la política econó- mica (y sus principales instrumentos de intervención, la política fiscal y la política monetaria) actuando en forma subsidiaria para complementar los cursos de acción, orientaciones y direc- trices de aquellas: “el pecado original” Y, como si fuera poco, dependiendo de ambas (de la política “a secas” y de la política económica) para obtener los recursos para su operación. He ahí el germen embrionario de la dislocación de la Política Social y otras políticas.
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