Page 46 - En El Patio

Arlette Pichardo Muñiz
De la expresión Política Social
La Política Social, una expresión que se presume fue utilizada por primera vez, hacia 1845, por Robert von Mohl; no obstante, que la introducción en el lenguaje científico de su época se le atribuye a Wilhelm H. Reihl, en 1854, en su libro titulado La historia natural del pueblo como fundamento de una política social para Alemania (citado por Molina, 2007, p. 25) para hacer alusión a una mediación entre la sociedad burguesa y el sistema político. “Desde entonces, la Política Social se ha convertido en una de las creaciones más originales del genio político del siglo XIX” (Molina, 2007, p. 5).
Su accionar institucional se configura en el marco de lo que conviene desde un punto de vista político y lo que resulta posible a partir del cálculo económico, bajo el monopolio de la acción pública (Freund, 1988).
Piven y Cloward (1971) plantean que las medidas sociales se implementan con el objetivo de reducir la intranquilidad de la población en condición de pobreza y muestran que las funcio- nes sociales dependen directamente, tanto en existencia como en su ritmo y modalidades, de la intensidad de la movilización popular, ya sea como efecto de las luchas sociales, o como tentativa para desarmarlas por anticipado.
El antecedente primigenio de la Política Social es la Law Poor (conocidas como leyes de pobres) consistentes en normas y prácticas de caridad institucionalizadas, que se inician en la época medieval durante el reinado de Isabel II con la conocida Ley de Isabel del año 1601. A tales medidas le suceden los Workhouses, lugares donde la población en condición de pobreza podía ir a vivir y a trabajar (el más antiguo se supone de 1682) y la Casa de Sopa, sitios de alimentación, cuyo nombre aún se conserva en lugares como Girona, provincia Cataluña, Es- paña.
A grandes rasgos, el entorno en que se engendra el modo-de-ser de la Política Social y otras políticas, corresponde con el proceso de acumulación capitalista y las transformaciones en las percepciones y concepciones de la justicia social y su relación con las dinámicas socio- culturales, proceso que intensifica modificaciones sobre los derechos de propiedad y el derecho a la vida (Kuitenbrouwer, 1987). De ahí que no es de extrañar el papel jugado en la Política Social por la Doctrina Social de la Iglesia y los movimientos sociales inspirados en la religión, que en su momento se erigían en defensores del derecho a la vida.
El reconocimiento de la propiedad privada mediante normas jurídicamente establecidas desde el derecho “positivo”, mueve el péndulo del derecho a la vida, en procura del sustento humano, anteriormente protegido por la divinidad y legitimado por las agrupaciones o asocia- ciones entre las personas, abriendo el espacio de actuación para la Política Social en el ejerci- cio de su capacidad mediadora entre las decisiones políticas y los requerimientos de no “per- turbación” del funcionamiento de la economía, la procura de la paz social.
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