Page 23 - revista a pelo 2da
P. 23

Tejer nos conecta con nosotros mismos



                                                              Gladis  dice que su perfeccionismo es un proble-
            “ponerse una prenda que tú                        ma, pero yo creo que no, eso seguramente le anima
                                                              a mejorar, superarse, y lograr prendas más lindas,
            misma has realizado es una                        bien terminadas y más duraderas, además de entre-

              sensación muy agradable”                        tenerla y mantenerla activa.
                                                              Nos revela que en su niñez el tejido la ha ayudado
                                                              mucho. El insistir, practicar y repetir lo ayudo a for-
                                                              talecer y desarrollar su afán de superación, “nunca
          Hoy les cuento la historia de una  tejedora, su nom-  me doy por vencida y lo intento siempre hasta el final” así lo
          bre es Gladis. Nació en el pueblo de Caramarca      dice Gladis.
          del distrito de Sanfrancisco De Asís Huarin - Lau-  Cuando le preguntamos cuál es su mayor logro en
          ricocha- Huánuco, actualmente vive en el Distrito   el tejido, contesta que no tiene ninguno; pero eso
          de Pillcomarca provincia de Huánuco, Empezó         es por su humildad, porque viendo sus prendas, y
          a tejer desde muy pequeña, cuando tenía 5 años,     lo que nos ha contado, son logros más que admira-
          era la pequeña con diferencia entre sus hermanos    bles.
          en este aspecto. Le enseñó su madre sentada en la
          mesa de la cocina con unas agujas, crochet y molde.
          Así de vivo tiene el recuerdo Gladis, “mi madre tejía
          maravillosamente y siempre llevábamos los calcetines, gorros,
          chalecos, chompas  y hasta ponchos hecho todo por ella. Un
          día me sentó en la mesa de la cocina junto a mi hermana, a
          ella le dio 20 puntos en una lana roja y a mí en unas agujas
          muy gruesas, especiales para niños, me dio otros 20 en lana
          verde”. Su hermana mayor no mostró tanto interés,
          pero para Gladis  aquello de pasar los puntos de un
          lado al otro le  interesó al instante, y ponía mucho
          esmero en el trabajo.
          Su madre no solo le enseñó todo lo que sabía sino
          que logró transmitirle el placer de tejer en silencio
          con la idea de llegar al final de la labor habiendo
          logrado hacerlo lo mejor posible.
          Empezó tejiendo medias y abrigos. Hoy en día  teje
          para todos sus sobrinos, también para    los bebés
          de sus amigas y para sus hijos, hasta para su mas-
          cotas, siempre haciendo conjuntos de buzos para
          los recién nacidos. Ahora  acaba de terminar una
          colcha  que ha tejido para ella misma, que lo ve algo
          extraño porque siempre ha tejido para los demás.
          Le anime a tejerse más cosas, “ponerse una prenda que
          tú misma has realizado es una sensación muy agradable”,
          así lo dice ella y sin duda todas las tejedoras deben
          de coincidir en ello, ¿verdad?
          Nos cuenta que le gusta tejer sentada en el sofá ro-
          deada de sus perros y gatos, su mejor compañía son
          sus animales. En verano le gusta tejer en el campo
          junto a su cerditos y sus pollitos. Disfruta tejer al
          aire libre, escuchando el viento y los pájaros, y eso
          le permite meditar, le da paz y serenidad.



                                                                                                       22- 23
   18   19   20   21   22   23   24   25   26   27   28