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CRÓNICA
UN CIUDADANO
EN CUARENTENA
POR: Mhirella Hilario Cueva
o sé cómo tildar este confinamiento, Si no fuera que aún me queda unos meses para culminar
porque jamás imaginé que podríamos en- la Universidad, estoy segura que no tendría noción del
N contrarnos en esta posición. Quizá porque tiempo; los viernes que más esperaba antes, ahora se
no soy muy fan a las películas de ciencia
ficción, sin embargo a partir de ahora adentraron entre los días que más odiaba, espero no ser a
la única que le pase eso. Pero los catedráticos de mi clase
comenzaré a verlas con otras perspectivas. Vi ‘Contagio’ y me sacan de ese embrollo existencial y por eso estoy aquí
me parece asombroso cómo en 2011 se pudo narrar con escribiendo para ustedes.
tanta similitud a lo que estamos viviendo ahora en el 2020 “Pensar en casi todo Sin ser una mujer hogareña,
con el coronavirus. creo que este confinamiento ha
Pensar en casi todo un país encerrado 125 días en casa un país encerrado sido más llevadero de lo que
(hasta la fecha que escribo esto) podía parecer imposible, 125 días en casa pensaba, y eso que mi madre
pero ha ocurrido. Tantos días con tanta gente haciendo (hasta la fecha que me recordaba siempre con iro-
cosas tan extrañas es algo que se recordará para siem- escribo esto) podía nía que en una tragedia, yo era
pre. Ha sido como si las almas de Instagram y TikTok parecer imposible, la única que se salvaría por el
se hubieran apoderado de los hogares huanuqueños y escaso tiempo que me dedicaba
el pasar del día a día fuese un ‘storie’, con sus ‘likes’, sus pero ha ocurrido” a estar en casa tranquila, por mi
comentarios y sus ‘emojis’. Nos volvimos chef’s, lectores espíritu siempre inquieta y activa. Mi metamorfosis obli-
y “gamer’s”. No hemos paseado en carro, no hemos ido gada, estoy segura que fue un especie de milagro que
a un restaurante ni mucho menos a un bar, no hemos le hizo mi abuelo a mi madre, ya que tanto le pedía que
tomado un cañazo con los amigos, ni hemos movido el cuide a su nieta.
cuerpo en los lugares que la gente mucho critica, pero casi Y entre todas las cosas, nos hemos dado cuenta, una vez
siempre disfruta. Si uno se pone a pensar, esto ha sido, y más, de que todo puede ser diferente. Podemos trabajar
está siendo, muy loco. sin ir a trabajar y podemos vivir sin salir de casa. Es curio-
so, ahora que lo pienso. Con un par de copitas de vino se
te olvida hasta lo que te duele y si algo tengo claro es que,
cuando todo vuelva a la normalidad, no pienso hacerme
un análisis de sangre durante una temporada.
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