Page 105 - Manual de nudos marineros
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(b) Falcaceado clásico: Sin ser elemental como el “falcaceado
con nudos”, el “clásico” es igualmente sencillo y práctico, ya
que asegura el acabado de los chicotes y no se necesita
aguja para hacerlo. Es uno de los más usados por ser fácil
de realizar y porque no requiere para su manufactura de
agujas ni instrumentos de ninguna clase, pudiéndose realizar
por tanto en cualquier momento. Si está bien hecho, no
aumenta apenas el grosor del cabo, por lo que éste puede
continuar pasando por el interior de las poleas, escoteros,
etc. En general puede decirse que un propietario cuidadoso
se preocupará, tanto por estética como por conservación
de los cabos, de que los que lo necesiten tengan un buen
falcaceado en sus extremos.
Elaboración: Con un cabito de poca mena se hace un bucle
sobre la extremidad a falcacear, con el seno en la punta del
chicote. Se dan vueltas sobre el cabo, por encima del bucle. Se
siguen dando vueltas sobre el cabo, procurando que queden
bien prietas y una a continuación de otra, sin montarse ni dejar
separación. Cuando las vueltas lleguen ya a la extremidad del
chicote, se pasa la piola por dentro del seno del bucle y se
tira fuertemente de la otra extremidad de la piola, hasta que
el seno del bucle quede más o menos por debajo de la mitad
de las vueltas que se han dado. Se cortan ahora a ras de las
vueltas dos extremidades que sobresalen de la piola. Si ésta
es de naylon o material sintético, se puede hacer el corte con
una navaja calentada al rojo, con lo que las fibras de la piola
quedarán soldadas y la ligada será más difícil de deshacer.
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