Page 38 - primera edicion
P. 38

Pasaron los días y mientras jugaba ping pong en   una de las mejores paredes de exhibición y un Sui-
              el Latin Point, que es el lugar donde se reúnen los  zo muy serio, llamado Steffen fue el encargado de
              Latinos en el Malecón del Rin, conocí al escenógra- realizar el montaje.
              fo de la Ópera de Basel, con quien tuve una charla   El  texto  oficial  de  mi  proyecto,  fue  traducido  al
              amena y artísticamente hablando, muy productiva;   Alemán, imprimieron mi hoja de vida, unos afiches
              para ser más exacto, fue tan productiva que al mi-  y mucha publicidad por redes sociales.  Al día si-
              rar mi portafolio, levantó el teléfono y llamó a unos   guiente, había un barbecue, o barbikiú, con salchi-
              Suizos que estaban organizando por esos días una   chas y cervezas Alemanas y una cantidad de Har-
              Feria de Arte Contemporáneo en una Ciudad cer-    listas, parqueando sus motos.
              cana llamada Allschwil y me dieron una cita para
              mostrar mi portafolio.                            Mi impedimento era el idioma,  por eso, siempre
                                                                que me preguntaban algo, tocaba llamar a Jimmy
              Cuando fui a la entrevista, todos hablaban Alemán   para poder entender, sin embargo, eso no fue im-
              y tuvimos que llamar a Jimmy, el amigo Peruano    pedimento para hacer algunos negocios, disfru-
              para que nos pudiese traducir.
                                                                tar de las propuestas de los demás artistas, hacer
                                                                amistades y tomarme una que otra chelita.
                                                                Ahora que estoy de nuevo en Pamplona, mi pue-
                                                                blo, escribiendo este texto, siento la satisfacción
                                                                del deber cumplido, al haber pintado durante mes
                                                                y medio en un balcón de un sexto piso, inspirado
                                                                por la Arquitectura Suiza, haber viajado a Alemania
                                                                para conocer la casa del Maestro Durero y contem-
                                                                plar las bellas construcciones de puentes y calles
                                                                empedradas, de la mano de mi amiga Artista Mar-
                                                                cela Salas, haber recorrido las calles de Múnich,
                                                                para ver los grandes palacios y Catedrales, haber
                                                                viajado a la bella Ciudad de Berna y haber visto el
                                                                gran Lago de Neuchatel, entre otras cosas, porque
                                                                lo que antes era IMPOSIBLE, se convirtió en algo
                                                                IN – POSSIBLE.

              La respuesta fue, “Bienvenido a Suiza” y fui acepta-
              do en una Feria llamada SUBART, en la cual parti-
              ciparon junto a mí 30 artistas Europeos, tatuadores,
              artistas Urbanos, diseñadores, ingenieros de soni-
              do, artistas visuales e ilustradores.
              La fábrica en la cual se realizó el evento, era tan gi-
              gantesca que se necesitarían mínimo 300 artistas
              para poder ocuparla, sin embargo, los organizado-
              res fueron muy condescendientes y me ofrecieron



























          38
   33   34   35   36   37   38   39   40