Page 199 - SUEÑA Y ESCRIBE 10 11 Y DOCENTES
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Sueña y escribe
empieza a aflorar en los alumnos el sentimiento de
añoro por conocer los increíbles paisajes verdes de
la Tierra y poder dejar a un lado sus paredes en
escala de grises del ala este de la nave centurión 2.0.
Sin embargo Mateo, un chico de altura promedio,
ojos café claro y cabello castaño, últimamente no le
está prestando mucha atención a la clase, lo cual es
extraño porque suele ser muy aplicado. La razón de
su pérdida de concentración tenía origen en la
inmensa belleza de los rizos dorados de Laura, la
chica dueña de sus pensamientos. En un momento
ella comentó para la clase con gran anhelo que
desearía poder oler el perfume de una flor y
observar los detalles descritos en los libros de
botánica, fue en ese instante, cuando Mateo supo lo
que debía hacer para conquistar a la chica que le
robaba el sueño.
Aunque él no sabía exactamente lo que iba a hacer,
tenía un presentimiento que encontraría en su viaje
a la Tierra esa semilla clave para lograr su cometido.
Al terminar la clase se dirigió rápidamente al
laboratorio a investigar sobre el estado del aire en la
tierra y a conseguir lo necesario para salir del
centurión en la nave auxiliar. El problema era que
los estudiantes no tenían acceso a trajes espaciales
o a las naves, estas estaban en un compartimiento
especial al lado de la sala de profesores en el ala
central para el cual se necesitaba una tarjeta de
ingreso que solo tenía el guardia.
Para conseguir la llave de acceso a la nave tuvo que
esperar hasta que el guardia se quedara dormido,
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