Pasaron tres días ya. Y Ariel no había conseguido el
amor del príncipe, por lo qué volvió a ser sirena y a
pertenecer a Úrsula.
-¡He ganado!- gritaba la bruja.
Agarró a Ariel y se la llevó de vuelta al mar. De esta
forma esperaba cambiarla por Tritón y así convertirse
en la nueva reina del mar.
12