Page 13 - EL PERICO DE LA HÉROES
P. 13
En 1835, se fundó la Empresa Nacional de Autómatas, con cuatro miembros de la
familia Aranda, quienes conformaron la primera generación de títeres. Se trataba
de alumnos destacados de un titiritero inmigrado de Italia de apellido Aquino.
La empresa adquirió el nombre con el que ha alcanzaría trascendencia, nacido de
la unión matrimonial de una de las fundadoras, María de la Luz Aranda, con
Antonio Rosete.
Para el siglo XX, el acervo se componía de cerca de 3000 piezas y su repertorio
incluía alrededor de 100 narrativas, que implicaban un considerable número de
muñecos en escena.
Sus marionetas eran de unos sesenta centímetros o más de alto, talladas en
madera o hechas con cola-pasta.
Rosete Aranda, disponía de una carpa con capacidad para setecientas personas,
luminotecnia, orquesta y fonografía. Podía ofrecer de dos a tres funciones diarias,
estando la selección de cuadros supeditada al tipo de público de cada función (las
de tarde más infantiles y ligeras, y las nocturnas más atrevidas). Entre los
personajes que se hicieron populares, hay que mencionar al "Vale Coyote",
prototipo del «peladito» mexicano, considerado precedente cómico del Cantinflas.
Imagen para uso pedagógico
El repertorio era muy variado: orquestas mexicanas, zarzuelas,
operetas, acróbatas, corridas de toros, peleas de gallos y muchos otros juguetes
cómicos. Uno de los cuadros más sobrecogedores era el presentado como
"tempestad en el mar". Los especialistas y críticos han coincidido en que la
Page12
longevidad de la dinastía titiritera de los Rosete Aranda se debió a su profunda
raíz tradicional en el folclore mexicano