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Añez. En función de lo expresado anteriormente acerca de la uni- dad integral, mantuvo todas las empresas bajo el control directo de la familia Monasterio Nieme, contando siempre con el asesora- miento de valiosos profesionales que brindaron sus servicios al Grupo en las respectivas especialidades de cada uno. Pero más allá de la delegación gerencial o por sectores, el Grupo Monasterio permaneció unido como tal y siempre con todas las empresas bajo el control único de la familia. Fue el sueño de Osvaldo y de Lesma hecho realidad. Ha sido, además -es también hasta hoy- un enorme mérito de los hijos el haber tenido la capacidad de continuar las ac- tividades del Grupo en forma exitosa y mantenerse unidos en fun- ción de su paulatino fortalecimiento, el que ahora ellos impulsan con renovado vigor, Más adelante y con seguridad lo harán sus propios hijos, los nietos de Osvaldo, algunos ya lo están haciendo.
En el caso particular y notable de la familia Monasterio Nie- me, jamás existió ni surgió el tipo de situaciones conflictivas en el que han incurrido muchas otras familias -tanto en Bolivia como en