Page 156 - Biografía de un par de espectros: Una novela fantasma
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ENTRÉ a Un dragón morado y otros contratiempos por la página ciento ochenta
               y seis, que es una página muy aburrida ya que está completamente en blanco.
               Pero lo hice con toda premeditación porque no hay nada peor que caer en una
               página transitada. Todos los personajes te voltean a ver con cara de sorpresa y

               notas cómo entre ellos se cruzan miradas que quieren decir “¿Y éste quién es?,
               ¿por qué llega a interrumpir la bella prosa del autor?”. Es una sensación de
               incomodidad muy profunda.


               Además, esa página en blanco quedaba muy cerca de los rumbos que
               frecuentaba Grete. Sabía que si caminaba un capítulo hacia arriba y luego
               doblaba a la izquierda encontraría el café en el que el amor de mi vida se
               refugiaba cuando no era parte de la trama.


               Al dar dos pasos dentro de la página me di cuenta de que ese ejemplar no estaba
               siendo leído en ese momento, lo que me tranquilizó, pues es muy embarazoso
               ser continuamente escudriñado por los ojos de un lector.


               Son los más entrometidos. Una vez que se asoman al texto no dejan de
               observarte. Analizan tus palabras al detalle y en complicidad con el autor se
               cuelan hasta lo más profundo de tu mente. ¡Son una monserga!


               Y lo peor viene cuando, como en este caso, eres un intruso en la historia. Si te
               descuidas puede ser que el lector dé vuelta a la página, te atrape in fraganti, y
               entonces ni modo de decirle “No se fije en mí. No pertenezco a la trama, soy un
               personaje polizonte”.


               Por eso cuando te pillan no hay más que fingir ser parte de la historia, tratar de
               decir alguna frase ingeniosa y después abandonar la escena sin mucho
               aspaviento.


               Los lectores no lo saben pero es muy común encontrarse con personajes intrusos
               dentro de los libros (los rusos están plagados). Son un verdadero azote porque en
               ocasiones cambian por completo el sentido de la historia.


               Supongo que no te diste cuenta, Kidman y Kidman, pero el personaje del doctor
               que aparece en la primera escena de este ejemplar en particular de Biografía de
               un par de espectros es un intruso. Únicamente se le puede ver en este libro. Los
               demás ejemplares empiezan con una escena de hospital, es cierto, pero sin la
               presencia de ese personaje. Tú abriste de improviso el libro y al polizonte no le
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