Page 207 - Biografía de un par de espectros: Una novela fantasma

Lorena tardaría un poco en cambiarse, así que Daniel y yo fuimos a esperarla a
la terraza de El Tomo Olvidado.

—Al final creo que la tal Shantalinson no era tan mala —aseguró Daniel—.
Disparaste tres flechas en dirección a Grete, pero como eres medio distraído
acertaste en el corazón de Lorena. Cuando debías ser tú mismo le diste celos;
cuando debías provocarle celos te comportaste como un caballero, y cuando

debías ser caballero fuiste tú mismo.

—¡Qué buena puntería!

Después Daniel le dio un sorbo a su té de limón y con la mirada perdida en el
lago me hizo una petición:

—Y ahora que ya conquistaste a Lorena, dime por fin qué le dijiste al pirata para
espantarlo.

Y entonces le conté el secreto.