Page 35 - 1.000 chistes para partirse de risa
P. 35

—¡Enhorabuena!  ¿Cómo  ha  conseguido  que  los  jugadores  se
                pasasen tan rápido el balón?

                Y el otro le responde con una risita:
                —He empleado un truco: ¡antes de cada entrenamiento sumergía la
                pelota en un cubo de estiércol!






                                                     98. PELUDO


                —¡Mamá, mamá, en el colegio todos me llaman «peludo»!
                La mujer, al oírlo, se altera muchísimo y corre a decirle a su marido:
                —¡Jorge! ¡Jorge! ¡El perro habla!






                                      99. EL PEQUEÑO TROMBONISTA


                Felipe va a casa de su amiguito Alberto y lo encuentra practicando
                con su trombón.
                —Vaya...  pero  ¿no  me  habías  dicho  que  odiabas  tocar  este

                instrumento?
                —Sí —le responde Alberto con una sonrisa maliciosa—, ¡pero eso

                fue  antes  de  descubrir  que  el  sonido  de  mi  trombón  pone  de  los
                nervios a todo el vecindario!






                                     100. MERENDANDO EN EL ÁRBOL

                Un campesino ve a un desconocido subido a su manzano.

                —¿Qué hace usted ahí arriba? ¡Baje de inmediato!
                —Estoy comiendo higos.
                —¡Pero si es un manzano!
                —¡Y a mí qué me importa! ¡¡¡Me he comprado un kilo de higos y me

                los como donde quiero!!!
   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39   40