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RESEÑA HISTÓRICA NAZARENO DE LA OBEDIENCIA
La talla presenta un tamaño inferior al habitual y llegó a la Archicofradía de la
Merced en la década de los cincuenta tras ser donada a la Parroquia por una
señora y entregada por el entonces párroco, padre José Sánchez Ortega, a la
corporación.
Tras escuchar comentarios de varios cofrades sobre su procedencia, con
turbulentas historias de por medio, quizás podamos dar a conocer la posible
autoría de la imagen, algo que quizás no ha sido objeto de una profunda
investigación y su autoría creo que lo merece.
Y es que posiblemente la cabeza de esta imagen provenga de la Parroquia de
San Lorenzo Mártir, donde existía un altar dedicado a los grandes profetas de la
historia bíblica que se colocaba en el Monumento del Viernes Santo. Dicho altar
sería desmontado y de sus restos salieron otras imágenes o bien se perdieron en el
olvido, y el caso que nos ocupa puede ser uno de ellos.
Esta cabeza pudo haber sido vendida en la postguerra, o bien regalada, y
llegar a manos de una fiel jerezana (según algunos de dudosa fama y profesión)
que manda al escultor Miguel Láinez Capote que le haga cuerpo y nueva hechura
para adaptarlo a una imagen de Jesús con la cruz al hombro, llegando a aplicarle
algunos repintes. Láinez con su habitual manejo adecentó la imagen
incorporando, según me cuenta un buen amigo, parte de un cuerpo de un santo
-puede que franciscano- y siendo de palillería el resto.
Como ya relatamos anteriormente, de manos de aquella señora se dona la
imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Obediencia a la Archicofradía de
la Merced, aceptándola esta corporación como imagen cotitular a la que rinde
culto.
Volviendo a su paradero inicial, de otra cabeza, del supuesto altar de los
profetas, nace la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas, a la que también
Miguel Láinez (y años después Ovando Merino) le ajusta un cuerpo, siendo
Titular de la Cofradía que lleva su nombre. Esta imagen, hoy sustituida con
acierto por otra de Luis Álvarez Duarte, mantiene grandes similitudes con la del
Señor de la Obediencia.
Estudiosos conciertan la opinión de que la cabeza del antiguo Cristo de las
Penas tenía por autor a Cosme Velázquez Merino, activo en Cádiz en el último
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