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Revista Actualidades Investigativas en Educación                   Doi: 10.15517/aie.v21i1.42411
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                 Disponible en revista.inie.ucr.ac.cr


                                                Figura 1. Cono de la experiencia
                                                                               3


































                                              Fuente: Adaptado de Dale (1946, p. 68)


                  2.2.2.  Taxonomía del conocimiento
                        En 1948 se celebró una reunión informal entre un grupo de evaluadores que asistían a
                  la Convención de la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés). En

                  esa  sesión  se  expresó  el  interés  de  contar  con  un  marco  teórico  que  pudiera  facilitar  la
                  comunicación entre los evaluadores a nivel nacional en Estados Unidos (Bloom, Engelhart,

                  Furst, Hill y Krathwohl, 1956, pp. 4-16). Para efectos de este ensayo científico interesan dos
                  de los integrantes de aquel comité, en particular, Bloom y Krathwohl.
                        Esta clasificación de objetivos cognitivos es probablemente la más conocida por sus

                  categorías:  conocimiento,  comprehensión,  aplicación,  análisis,  síntesis y  evaluación.  Estas
                  seis categorías se subdividen a su vez en varias clases: esta subdivisión permite comprender




                  3  Numerosos sitios de Internet ofrecen una imagen del mismo cono asignando porcentajes a cada zona, intentando
                  defender  su  efectividad  y  proponiendo  que  el  aprendizaje  incrementa  conforme  se  combinan  las  zonas  o  se
                  desciende verticalmente en el cono. Fadel y Lemke (2012) desmienten que esas imágenes hayan sido elaboradas
                  por  Dale  y  las  desmitifican,  argumentando  que  no  existe  evidencia  científica  para  comprobar  tales  índices  de
                  aprendizaje. Desafortunadamente, entre académicos y expertos en educación se sigue usando esa mítica figura,
                  tan alejada de la realidad.

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