Page 30 - La Gran Roja- Julián Tusso
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—No rojita, llegaste justo a tiempo para la cena —dijo la
abuela de la gran roja—. Espero no hayas tenido muchos
problemas para llegar aquí.
—Tranquila abue —respondió la gran roja—. Nada realmente
extraordinario sucedió. Solo pequeños contratiempos, ya
sabes lo olvidadiza que soy.
—Dale las gracias a tu madre por enviarme las medicinas —
dijo la abuela de la gran roja, y añadió —: Supongo que ha de
estar supremamente preocupada en su casa. Anda, toma el
teléfono y dale una llamada.
—No abue ella está en la base... esto... en el trabajo quiero
decir —respondió la gran roja, rascandose la cabeza —. No le
gusta que nade la interrumpa cuando está trabajando. Cosas
de artistas supongo. Lo importante es que tú estás bien,
después de todo, tu fuiste una gran roja también.