Page 139 - Vernant, Jean-Pierre - El universo, los dioses, los hombres. El relato de los mitos griegos
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ver dos mendigos en lugar de uno. Iro comienza a pelearse
        con  Ulises  y  los  pretendientes  se  divierten,  y  dicen  que
        Iro,  por  ser más joven,  vencerá fácilmente  al  otro,  que  es
        un  anciano.  Ulises  rechaza al  principio la pelea, pero des­
        pués acepta resolver la cuestión a puñetazos. Todos miran.
        Ulises se arremanga un poco la túnica, y los pretendientes
        descubren que ese anciano decrépito muestra unos muslos
        todavía firmes y que el resultado de la pelea no es tan evi­
        dente.  Se inicia la lucha y, en menos tiempo del que se ne­
        cesita para contarlo,  Ulises derriba a Iro, exhausto, en me­
        dio  de  las  alegres  exclamaciones  de  toda  la asistencia  que
        grita y vitorea.  Ulises arroja a Iro fuera del palacio,  pero a
        continuación recibe una serie de insultos y humillaciones:
        uno de los pretendientes no se limita a las palabras. A tra­
        vés de la mesa,  con todas sus fuerzas,  le arroja una pezuña
        de  buey  para herirle,  le  da  en  el  hombro  y  le  hace  daño.
        Telémaco,  para  apaciguar  los  ánimos,  exclama:  «Este
        hombre  es  mi  huésped,  no  quiero  que  reciba  insultos  ni
        malos tratos.»



        UNA CICATRIZ QUE LLEVA LA FIRMA DE ULISES

            Ulises  se  da  a  conocer  a  cierto  número  de  personas
        cuya  ayuda  necesita.  En  primer  lugar,  a Telémaco,  que  ha
        vuelto  de  la  expedición  emprendida  para  obtener  noticias
        de su padre. A su regreso,  ha escapado de una  trampa que
        los pretendientes, enterados de su vuelta, le habían prepara­
        do.  Querían  matarlo  para poder después casarse con  Pené-
        lope  sin  dificultades.  Casarse  con  Penélope  es  entrar en  el
        lecho de Ulises, el tálamo real,  y convertirse,  por tanto,  en
        soberano de ítaca. Avisado por Atenea, Telémaco escapa de
        la trampa, desembarca en un lugar distinto de aquel donde
        era esperado y se dirige directamente a casa de Eumeo.


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