Page 61 - Mi bebé y yo 349 Julio-Agosto 2022
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                La sexualidad es un aspecto central del ser humano que está presente a lo largo de toda su vida, según afirma la Organización
Mundial de la Salud (OMS). La sexualidad se siente y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones. Si bien la sexualidad puede incluir todas
estas esferas, no todas ellas se experimentan
o se expresan siempre, y esto es lo que puede ocurrir en el posparto.
• El deseo sexual fluctúa a lo largo de la vida. Hay períodos en los que disminuye de manera significativa, y uno de ellos es el posparto.
Un estudio de McDonald et al. (2015), en el
que participaron 1.507 mujeres, reveló que la pérdida de deseo sexual estaba presente a los tres meses después de dar a luz. Asimismo,
un 51% de las mujeres seguían refiriendo esta modificación del deseo sexual transcurridos
12 meses del parto. Estos resultados siguen estando presentes en estudios más recientes, como el de O’Malley et al. (2018), que identifica el deseo sexual, la sequedad vaginal y la dispareunia como principales dificultades sexuales durante el posparto.
CAUSAS DE LA FALTA
DE APETITO SEXUAL
• La transición emocional que conlleva
para las mujeres la etapa del posparto viene acompañada de preocupaciones centradas, principalmente, en el cambio al rol de madre. Ahora, hay nuevas prioridades, basadas en la atención al recién nacido, lo que puede afectar a la relación de pareja y a una menor intimidad, debido a las visitas continuas. Todo ello influye en la condición física de la nueva mamá, que, la mayoría de las veces, presenta agotamiento físico y falta de sueño, factores que inhiben
el deseo sexual.
• Si la mujer ha tenido un desgarro vaginal
o le han practicado una episiotomía durante
el parto, puede presentar miedo al dolor durante las relaciones. También puede suceder que ya haya experimentado este dolor con anterioridad, lo que será un precedente en el momento de retomar las relaciones sexuales,
y provocará una disminución de su libido.
• Si la mujer está dando el pecho a su bebé,
los altos niveles de prolactina, hormona encargada de la producción de leche materna, provocan la disminución de otras hormonas, como los estrógenos y la testosterona, que, a su vez, originan una reducción en la lubricación vaginal y pueden conllevar a una falta de deseo. No obstante, los estudios en relación
a la lactancia materna y el deseo sexual muestran resultados incongruentes.
• En relación a la imagen corporal,
la insatisfacción afecta directamente a la autoestima de las mujeres, lo que puede originar sentimientos de culpa que les lleven
a evitar la intimidad sexual con sus parejas, influyendo, por tanto, en su deseo sexual.
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