Page 76 - Mi bebé y yo 349 Julio-Agosto 2022
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ABUELOS Y ABUELAS:
EL MODELO DE ACOGIMIENTO FAMILIAR MÁS EXTENDIDO
  Los abuelos y las abuelas ofrecen a sus nietos un entorno seguro y protector en el que crecer.
                *ALDEAS INFANTILES SOS by MI BEBÉ Y YO *
 ¿Sabías que gran parte de los niños y las niñas que crecen separados de sus padres y madres en España viven con sus abuelos y abuelas? Actualmente,
los abuelos acogedores son el modelo de acogimiento familiar más frecuente, ya que, dentro de este tipo de cuidado alternativo, a menudo son los parientes que cuentan con mayor disponibilidad para hacerse cargo de sus nietos y nietas.
 Con motivo del Día de los Abue- los, que se celebra el 26 de ju- lio, Aldeas Infantiles SOS pone
en valor la labor de todos los abuelos y las abuelas que asumen el reto de situarse al frente de la unidad fami- liar cuando los padres y las madres, a causa de diversas situaciones, no pueden estar con sus hijos.
La organización reconoce y agradece su generosidad y compromiso a la hora de ofrecer a sus nietos un entor- no seguro y protector en el que supe- rar las dificultades. Asimismo, pide un mayor reconocimiento y apoyo sociales para estos abuelos y abuelas que, de forma totalmente solidaria, se adaptan a las circunstancias para
convertirse en cuidadores y educado- res, y, en definitiva, en pilares funda- mentales para sus familias.
UN CUIDADO INCONDICIONAL PARA SUS NIETOS
En España, casi 50.000 niños y niñas viven en el sistema de protección y más de la mitad lo hacen con una fa- milia de acogida, ya que esta es la medida más recomendable a la hora de garantizar el bienestar de niños y niñas, y de ofrecerles la oportunidad de tener un hogar en el que reciban el cariño y la atención que necesitan para crecer sanos y felices.
Un total de 12.115 niños y niñas viven en régimen de acogimiento fami- liar con algún miembro de su familia biológica, en la mayoría de los casos, abuelos o abuelas. Tener que sepa- rarse de sus padres es una de las si- tuaciones más dolorosas que puede vivir un niño, por lo que poder per- manecer dentro del núcleo familiar, gracias a la convivencia con abuelos y abuelas, contribuye a reparar el daño causado por la separación, fortalecer sus vínculos emocionales y reforzar su estabilidad.
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