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+ Salud
PIERNAS
PERFECTAS
El embarazo comporta, por un lado, un aumento del volumen del útero, que obstaculiza el reflujo venoso
y, por otro, un profundo cambio hormonal.
• Estos factores son causantes de la hinchazón y de la pesadez de piernas, que pueden ocasionar trastornos circulatorios e incluso varices.
<< QUÉ HACER >>
• Nutrir la piel de las piernas, para mejorar su resistencia y elasticidad. Utiliza una crema hidratante y reafirmante,
que estimule la tonificación
de los tejidos y favorezca la microcirculación.
• Cuando sientas las piernas pesadas, aplícate una crema
o un gel con propiedades calmantes y refrescantes.
El uso de estos productos proporciona alivio y asegura resultados duraderos.
• Bebe un litro y medio o dos de agua, y ten cuidado con
la sal y las comidas grasas o especiadas. Da preferencia a la fruta y verdura y, sobre todo, al pescado, al ajo, a la cebolla
y al puerro, que ayudan a fluidificar la sangre.
• Utiliza medias de comprensión graduada que,
al aumentar la contención, facilitan el retorno venoso y camina durante media hora a paso ligero, dos veces al día, como mínimo.
FUERA HEMORROIDES
Cuando se inflaman o se rompen, las hemorroides suelen ocasionar mucho dolor, además de sangrado, escozor y prurito.
• Durante la gestación, el útero agrandado comprime la última parte
del intestino, y las venas que lo rodean se dilatan y se desplazan de su posición por la presión ejercida.
• El esfuerzo provocado en el parto, también puede ocasionar la aparición de nuevas hemorroides.
<< QUÉ HACER >>
• Colocarse de lado con un cojín debajo del glúteo, así como ponerse
de rodillas en la cama y apoyar el pecho en el colchón durante 10-15 minutos hacen fluir la sangre hacia el corazón, alejándola de la zona hemorroidal.
• Se pueden aplicar en la zona, por la mañana y la noche, pomadas anestésicas o antiinflamatorias (bajo control ginecológico) o bien utilizar toallitas específicas, que resultan muy prácticas pues, además de limpiar la zona, contribuyen a aliviar el trastorno.
• Hay que evitar permanecer demasiado tiempo de pie o sentada,
así como levantar pesos, y la higiene íntima debe ser muy cuidadosa.
• En cuanto a la alimentación, hay que preferir los alimentos ricos
en fibra (fruta, verduras, cereales, etc.) y beber, al menos, dos litros
de agua al día.
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