Page 58 - Mib 336 Octubre 2020
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PECHO
MÁS TURGENTE Y VOLUMINOSO: ES UNO DE LOS PRIMEROS SIGNOS DEL EMBARAZO, E INDICA QUE EL ORGANISMO
SE ESTÁ PREPARANDO PARA ACOGER Y NUTRIR AL BEBÉ.
#cómocambiaenelembarazo
LA GLÁNDULA AUMENTA DE TAMAÑO
Durante los meses de gestación, los cambios
de la mama se producen bajo la influencia de dos hormonas: la prolactina, producida por la hipófisis desde las primeras semanas de embarazo,
y la hormona lactógena placentaria, producida por la placenta a partir de las 15 semanas. La primera fase de cambio, llamada cinetógena, comienza
al inicio de la gestación y prosigue hasta el quinto mes. El tejido glandular aumenta; el número de acinos también se incrementa y los conductos galactóforos se ramifican para conectar los nuevos acinos glandulares con el pezón. Mientras el tejido glandular prolifera, el adiposo tiende a disminuir, razón por la que la mama resulta más sensible
a las estimulaciones externas. Por este motivo, durante el embarazo, es aconsejable utilizar un sujetador cómodo de contención, con el fin de atenuar la posible sensación de peso y, a veces, de dolor. Alrededor de los cinco meses, la irrigación sanguínea es tal que el pezón cambia de color,
se oscurece y la aréola se ensancha. Además, se acentúa el relieve de las glándulas de Montgomery, que producen secreciones grasas necesarias para mantener la piel suave.
LAS PRIMERAS GOTAS DE CALOSTRO
A los cinco meses de embarazo, la fase cinetógena finaliza y da comienzo la fase que
se conoce como calostrógena. Las glándulas empiezan a producir calostro, una secreción
muy nutritiva y rica en anticuerpos maternos
que, con el paso de las semanas, rellena los conductos galactóforos. En el embarazo, se puede notar alguna pérdida de calostro por el pezón,
y la secreción puede ser más o menos intensa. Precisamente, el calostro alimentará al bebé nada más nacer, antes de la subida de la leche. Ésta se produce de uno a cinco días después del parto,
e indica que las glándulas ya han empezado a producir la leche propiamente dicha. La turgencia y la sensación de tensión en el pecho aumentan. Para atenuar estas molestias, conviene poner al bebé al pecho con mayor frecuencia.
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