Page 41 - MIB 352 Enero-Febrero 2023
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                 LOS10 MANDAMIENTOS DE LA ORDENATRIZ
EL ORDEN ES PERSONAL
Antes de empezar, hay que tener en cuenta que el orden es personal. No es lo mismo el orden en una persona que en otra, ni vivir solo que en pareja o con niños. Cada momento
y cada persona tienen un orden distinto. Por este motivo, antes de empezar a ordenar, pregúntate cómo es tu vida, qué te gusta y qué necesitas. Por ejemplo: ¿necesitas
tantas sillas si solo sois tres
en casa? ¿Es necesario tener tantos utensilios de cocina si no te gusta cocinar? ¿Tienes pensado tener otro hijo?
 DESHAZTE DE LO QUE NO USAS
Uno de los problemas principales a la hora de mantener el orden en casa es el exceso de cosas. En casa, el espacio es limitado, por lo que debes dar prioridad a lo que utilizas de manera regular. Por lo tanto, deshazte de aquello que no usáis desde hace más de un año, ya sea vendiéndolo, donándolo o regalándoselo a alguien
que sepas que le va a sacar provecho. Un ritual que te puede ayudar en este proceso es despedirte de las cosas: recuerda por qué las tenías, agradece su servicio y diles adiós.
  CADA COSA DEBE TENER SU LUGAR
Buscar un sitio para guardar cada cosa
nos facilita enormemente el orden en
casa. No vale con amontonar los objetos
o esconderlos para que no se vean. Cada objeto del hogar debe tener su sitio para saber dónde encontrarlo y dónde guardarlo cada vez que lo acabes de usar. Hazte con cajas, clasificadores, carpetas y cualquier otro elemento organizativo, y unifica por tipo de objeto y lógica de uso: papelería, documentación importante, hobbies, etc.
PARA ORDENAR, PRIMERO HAY QUE DESORDENAR
Por ejemplo, para ordenar
un armario, antes tendrás que vaciarlo entero. Esto puede ser un caos al principio y generarte una cierta ansiedad, al ver todo
el desorden que se ha montado en solo un momento. Ten en cuenta que se trata de algo temporal, que te servirá para ser más consciente de la cantidad de cosas que tenéis.
 ¿Tener la casa ordenada
es posible con niños?
¡Claro que sí! Para ello, hay que pensar en dos cosas: que ellos puedan ordenar por sí solos y que sepan cómo hacerlo. Por un lado, es necesario dedicar tiempo a la organización, a comprar todo aquello que necesitemos para clasificar bien sus cosas y colocarlas a su altura, para que ellos pueden llegar fácilmente. Por otro lado, hay que tener paciencia en enseñarles dónde guardar cada cosa. Si todavía no leen, podemos utilizar pegatinas con dibujos o fotos que servirán para identificar dónde almacenar los diferentes objetos. Hacer que los niños contribuyan al orden en casa desde bien pequeñitos, por ejemplo, recogiendo sus juguetes después de jugar, fomenta su autonomía y seguridad, porque ellos se sienten útiles, y esto les aporta felicidad.
NO ABARROTES
LOS ESPACIOS
No todos los armarios
y todas las superficies tienen que estar llenos hasta los topes, porque
los necesitamos como zonas de trabajo o espacios donde dejar las cosas.
Es el caso, por ejemplo,
de la encimera de la cocina o de la mesa del comedor. No dejes tampoco cosas por el suelo; para facilitar su limpieza, el suelo tiene que estar vacío y despejado.
 Mibebeyyo #41#
      





































































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