Page 64 - Debate anti-utopico
P. 64
64 Debate Anti - utópico
primero, la coincidencia entre el cambio social estructural y un levanta-
miento de clases; segundo, la coincidencia entre transformación política
y transformación social. Por lo tanto, la modernidad se asume como la
médula de cambios revolucionarios con un ropaje ideológico capitalista
o socialista. El resultado tiende a ser el mismo: violencia, coerción y
modernidad, entendida como la llegada de una sociedad industrializada
que destruye completamente al mundo rural agrario campesino.
En contraste, las “rebeliones o levantamientos”, a pesar de invo-
lucrar clases sociales subordinadas, normalmente no terminan en la
implantación de cambios estructurales, ni son capaces de mirar hacia
la modernidad en el largo plazo. Una “revolución política” puede cam-
biar las estructuras del Estado pero no necesariamente las estructuras
sociales, mientras que lo realmente único en las “revoluciones sociales”
es que los cambios básicos en las estructuras sociales y políticas ocurren
simultáneamente, reforzándose de manera mutua para terminar en una
modernidad plena. Esto sucede en medio de conflictos socio-políticos
y donde la lucha de clases juega un papel central. Skocpol utiliza de
manera magistral el aparato teórico marxista sin ortodoxias y combina
los conceptos de lucha de clases, relaciones sociales de producción y con-
tradicciones de clase al interior del Estado, junto con una interpretación
personal abierta a las visiones totalizadoras.
El propósito epistemológico es comprender a las revoluciones que
generan modernidad como un “todo” que debe ser explicado en su
entera complejidad. Las revoluciones provienen de contextos históricos
y macro-estructurales pero involucrando un cambio en las relaciones de
clase. Al escoger los tres casos paradigmáticos de revolución, Skocpol
afirma de manera contundente que su argumentación no podría ser gene-
ralizada más allá de la historia particular de Francia, China y Rusia. Las
teorías vigentes sobre las revoluciones, pueden agruparse en: Marxista,
donde el modo de producción es el concepto central.