Page 48 - Loor de Nuestra Señora
P. 48
Bendice a nuestros niños, también a los ancianos,
En los que Dios nos vuelve más tiernos, más humanos;
Y a nuestras tejedoras y a nuestros artesanos
En quienes Dios nos habla por la obra de sus manos.
Y sobre todo, oh dulce Madre, merced te pido
Para los pobres que, ante un destino inmerecido,
Emigran de esta tierra - la tierra en que han nacido -
Con un dolor de pájaros privados de su nido.
Y si aún posible fuera, dispensa con cariño
A este cantor modesto (laurel ninguno ciño),
Que quiso darte, en versos de inquieto desaliño,
Con entereza de hombre su corazón de niño.
VOTO
Oh Reina de Paz, quienes coronaron tu sien,
Reina te proclamaron de este valle también.
Que la paz de este valle, que es nuestro sumo bien,
Te alabe en nuestro nombre por los siglos. AMEN.
48 48