Page 13 - Una tarde primaveral no tan primaveral
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Los organizadores caminan de un lado a otro inspeccionando detalles
del evento. Elvira Zúñiga, me informa que se prevé que el concierto
concluya a las diez de la noche, pero, con un tono de resignación y
preocupación que se acompañan con una mirada fija en el escenario, se
declara preocupada por la tonalidad del cielo y las primeras gotas que
caen, “pero si llueve tendremos que cancelar el concierto”, sentencia.
Justo en seguida que la organizadora expresa su preocupación por la
lluvia, una fuerte ráfaga de viento provoca que una lona blanca de un
puesto de alado se desprenda, se caen chicharrones y dulces y la lluvia
llega al lugar con una intensidad mayor. La atención de los asistentes
se divide entre la lona que se zafó y los instrumentos y amplificadores
que se están mojando en el escenario.
No hay esperanzas de salvar la tarde primaveral en la alameda, el
clima ha traicionado a los músicos y aunque el paseo nocturno con
la temática de la recién recibida estación del año sí se llevó a cabo, no
hubo manera de rescatar el evento musical. La lluvia cayó constante
hasta las once de la noche. La tarde primaveral resultó saboteada por
las nubes, el viento y una fuerte tormenta.
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