Page 18 - [1library.co] l la era de las maquinas espirituales kurzweil
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sutil  y                                                 15
        n·jdo desde el  comienzo de la invención (como analizaré en el capítulo
                das del siglo XXI, mucho mayores que las que hemos visto en todo e! xx.
                   Sin embargo, para apreciar la lógica inexorable de hacia dónde nos lle­
              gía).  El resultado serán las  transformaciones de las dos primeras déca­
           primero, esta aceleración es una característica intrínseca de la  tecnolo­
                     vará el siglo XXI, hemos de volver atrás y comenzar con el presente,
                                LA TRANSICIÓN AL SIGLO XXI  Los ordenadores de hoy superan a la inteligencia humana en una am­ plia  variedad de dominios, pero estrechos, como el ajedrez, el diag­ nóstico médico, la compra y venta de acciones y la grientación de mi­ Pero la  inteligencia  humana  sigue siendo  mucho  más  tlexible. Los ordenadores todavía son incapaces de describir los ob­ jetos amontonados sobre la  mesa  de una  cocin




















                                                                   L na                        lo de! cerebro humano.
                                               siles.

                                                                   \.                       ,
                                                                                             ,',""   ,   \
                                                                                            "
                                                                                                 .......   ;'"






                   Pensemos en la  muerte, por ejemplo,  Invertimos gran parte de
                                  jugador  del   de que el siglo xx   bueno que nos
                          co. Sin embargo, nos resultaría muy difícil vivir sin ella. La muerte da
         nos
              tos, no demasiado rápidamente, en absoluto, Nos atraen más los pro­
           gusta resolver problemas, pero no queremos que estén todos resuel­
                     nuestros esfuerzos en evitarla. Hacemos grandes esfuerzos por apla­
                               cería de sentido si  abundara en exceso. Si la muerte se postergara in­
                             sentido a la  vida. Da importancia y valor al  tiempo. El tiempo care­
                        zarla y a menudo tenemos su aparición por un acontecimiento trági­
         serie, ilustrabn Ulla  Je JllS  PlIrllJOjllS Jc la  I1lllurulczll hUJ1111nu:
                                  terminaría  como  el                              A  diferencia  del  siglo  xx, el  principal




                                  humana   psique  Pcro no tenemos este inconveniente. Hoy en día no escasean por  cierto los  pr()hlcmas  relnrivos  a la  mucrte o  en general  a cuestiones  humanas. Pocos observadores tienen la se~sación  nos vaya  a dejar un legado demasiado bueno. En efecto, la prosperi­ dad aumenta, no casualmente alimentada por la tecnología de la in­ formación, pero la especie humana se sigue enfrentando a retos


                blemas que las soluciones.   definidamente,  la  episodio de The Twilight Zone.   hlCI1'II1,lo ,I('sd<' <'1   profunda entre ambos siglos.










         Vtl                                               1~1                          2   somos.      14
                                                                                    '\
                                                                                            Ti
                              ..'
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