Page 158 - El libro de Enoc
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aniquiles toda carne humana, que no vacíes la tierra y que la
destrucción no sea eterna.
"Ahora pues, oh Señor, extermina de la tierra la carne que ha
despertado tu cólera, pero la carne de justicia y rectitud, establécela
como una planta de semilla eterna y no ocultes tu rostro de la
oración de tu siervo, ¡oh Señor!