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cuentas de Nüremberg, el ex número dos del régimen nazi vivió encerrado
en solitario en la cárcel de Spandau, donde falleció en 1987 víctima de un
su propuesta, el primer ministro británico Winston Churchill se negó a
considerarla y lo encerró en prisión. Tras el final de la guerra y el ajuste de
aristocracia inglesa, empezando por el propio rey Eduardo VIII, no era
partidaria de la guerra y creía, como Hitler, que era necesario llegar a un
Hoy se empieza a aceptar el hecho, negado durante mucho tiempo
por las autoridades británicas, de que una amplia representación de la
era fijar las condiciones del acuerdo. Hess fue capturado y, tras escuchar
Reino Unido, para dedicarse exclusivamente a combatir a la Unión
largamente acariciados por Hitler, que era llegar a la paz al mar-gen del
De esta manera terminaba también uno de los sueños más
manera oficial, enviando a su lugarteniente Rudolf Hess en un vuelo tan
solitario como oficialmente misterioso a las islas Británicas, cuyo objetivo
Soviética. Ya lo había intentado antes, aunque nunca se reconoció de
181 alemanes. Ése es el motivo, según

entendimiento entre británicos y algunos historiadores, de que Eduardo VIII, enamorado de la norteamericana Wally Simpson, de tendencias filonazis, fuese obligado a abdicar en su hermano Jorge VI.

extraño suicidio.