Page 2110 - JULIO

Por eso, sentada en mi balcón te escribo de este amor que habla del futuro,
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de nuestros sueños y de nuestras esperanzas…

Aquí estoy con la piel muy en flor para contarte cosas que pienso.

Cuando mis letras salen así de prisas sin pensarlo mucho, es que para hacer
cartas para ti no necesito más que escuchar mi corazón que vive en el tuyo.

Entonces las palabras fluyen muy fáciles, los puntos y comas no hacen falta,
todas esas palabras rebuscadas que hace la gente, nosotros no las
necesitamos.

Sólo necesitamos este amor nuestro que crece cada día, cada hora, porque

tú mi amor, eres mi vida, la razón de estas letras de un día cualquiera.

Pasan las hojas del calendario… ese que tenemos cada uno en nuestro
cuarto y tan lleno de esperanzas.

A medida que sus hojas caen yo vuelvo a escribirte una y otra vez.

No quiero que nunca te falte algo para leer, que al abrir tu correo sean mis
cartas la que alegren tu día, así como tú alegras el mío, mi dulce amor,
¡cuánto te extraño, ¡cuánto te cielo! Recuerdo los momentos de tristeza
que hemos tenido por la lejanía.

Pero pese a todo nos hemos sentido juntos, hemos tenido muchos logros,
satisfacciones y hechos inolvidables.

Muchas veces hemos recogido nuestras lágrimas y dolor para acabar
escondiéndolo bajo un manto a fin de que no se empañe nuestro amor… Ya

sabes mi vida, el dolor siempre estará presente, aunque nos encontremos
lejos el uno del otro.

Después de recoger estas letras que han nacido en mi corazón, quédate con

estas palabras que ha escrito mi corazón al tuyo, recuerda que viven aquí
en mí…

Te cielo, por la forma en que me haces sentir amado…. porque tú has sido
la maravillosa persona que me ha enseñado todas las oportunidades que

tiene la vida.

Me has dado todo para ser feliz, sólo hace falta que un día toques mi puerta
y pueda estar junto a ti. – Te necesito como el aire que respiro –

Mi boca sólo sabe llamarte y decirte: «¡Cuánto te cielo amor mío!»