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Ninguna otra realidad humana tiene la capacidad de bendecir o de maldecir. Nin-
                   gunas de las tres cosas han sido tan buscadas y han necesitado tanto de una res-
                   puesta cristiana.
                    –Richard J. Foster, Dinero, sexo y poder -





                   Piense como el Señor lo ha bendecido. ¡Usted está mirando solo el principio de
                   aquello que el Señor quiere hacer a través de su vida! Este manual ha presentado todos
                   los pasos necesarios para levantar fondos, aspectos relacionados con el toque humano.

                   Sobre todo, asegúrese de estar caminando por fe, con la certeza de la presencia
                   del Señor y el éxito de su llamado. Todos sus esfuerzos humanos no significan
                   nada si no recuerda que usted forma una pequeña parte de la gran obra del Señor.
                   ¡La obra pertenece al Señor! ¡Alégrese en esto! ¡Descanse en esto! ¡Permanezca
                   firme! ¡No se rinda!

                   Pocas personas dirán “no” en relación con la misión o una causa. Un porcentaje
                   alto de los que dicen “no” tomará la decisión condicionado por las circunstancias.
                   En la mayoría de los casos, cambiarán finalmente, así que podrían llegar a decir “sí”.

                   Muchas veces, a causa de la necesidad, usted estará tratando de levantar fondos y
                   si alguien le responde “no”, es posible que sus emociones no le permitan escuchar
                   nada de la explicación para cuando puedan decir “sí”.

                   Si está tratando de levantar fondos mucho antes del comienzo de su proyecto, es
                   decir, cuando todavía no necesita el dinero, usted estará más receptivo a una ex-
                   plicación. Tenga en cuenta que muchas veces esta gente puede planear participar
                   más adelante, en el momento cuando usted realmente lo necesite.

                   Al recaudar fondos puede ser exitoso preguntar: “¿Cuándo podría volver a pedir
                   su ayuda?”. Luego su tarea será hacer el seguimiento correspondiente. ¡Pregúntele
                   de nuevo! Si no puede dar dinero en ese momento, tal vez pueda apoyar su pro-
                   yecto con oración, obreros, difusión u otra forma.





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