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los contratos de dirección de Ejecución de los promotores son muchas veces leoninos y cada vez con más tareas añadidas
diagnóstico de inmuebles como en la elaboración de informes periciales por patologías se ve obligado a conocer bien la normativa vigente desde la cons- trucción del inmueble, debe investigar mucho. Nuestra necesidad de forma- ción en la empresa, por vocación de la misma, es técnica, no tanto tecnológica, aunque hemos tenido formación sobre herramientas informáticas transver- sales de gestión que hacen más fácil y ágil nuestro trabajo.
¿Qué perspectivas aguardan a los apa- rejadores tras el frenazo de la crisis sanitaria?
No puedo hablar en términos macro- económicos, pero cualquier crisis es un gran revés. Yo miro hacia 2008 y creo que ser emprendedor es una solución. Hay que tener alegría y entusiasmo por aprender y carácter para enfrentarte a los problemas que te depara esta profe- sión, con un trabajo voluble que nunca nadie te garantiza. Es importante que todos miremos hacia la especialización. Una titulación no puede encasillarte en la dirección de Ejecución de Obra, en la coordinación de Seguridad y Salud y en
ciertos ámbitos que todos ya conoce- mos. Hay otra serie de perfiles profesio- nales que demanda la sociedad, como puede ser el de perito o de consultor técnico. Cuando comenzamos en TST, al arquitecto técnico que actuaba se le veía en los juzgados como alguien con menor conocimiento y capacidad para dictaminar y diagnosticar sobre algu- nas cuestiones. Creo que, esto a día de hoy está cambiado, afortunadamente.
La rebaja constante de los honorarios profesionales también obliga a otear nuevos horizontes...
Sin lugar a dudas. Esta circunstancia la hemos vivido principalmente con las direcciones de Ejecución de Obra, siendo la causa principal por la que esa actividad es residual en TST. Los pro- motores inmobiliarios no valoran en su justa medida la labor que le puede supo- ner una eficaz dirección de Ejecución de Obra. Los honorarios van claramente a la baja desde la liberalización de los mismos y las condiciones que imponen agravan esta circunstancia. Nos hemos encontrado con contratos totalmente leoninos, donde no solo los costes hora
no se cubren, sino que se difiere la res- ponsabilidad de otros agentes intervi- nientes en el proceso constructivo a los arquitectos técnicos. Al técnico cada vez se le exige más tareas al margen de la dirección de Ejecución de Obras, tareas en muchos casos propias del promotor, y la legislación vigente sigue obligándo- nos a afrontar durante 10 años después de finalizada unas obras a contar con un seguro de Responsabilidad Civil.
¿Cómo se puede salir de este círculo vicioso?
Todos los profesionales deberían tener implantada una cierta cultura de ges- tión empresarial en su actividad. No debe resumirse solo en el capítulo de la producción, facturación e impues- tos. El arquitecto técnico debe tener su departamento comercial, de mar- keting, finanzas, recursos humanos, calidad ... A los que se les debe dedicar unas horas a la semana, lo que redun- da en la viabilidad de nuestra activi- dad y la mejora de la atención al cliente. Debemos vender nuestros ser- vicios con unos correctos y sostenibles honorarios.
2020 Verano
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