Page 86 - Cómo aprendimos a volar (II Edición)
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así, sí es bravo, pero ya nunca para pegarnos, igual nos insulta, pero ya no como antes. Nos insultaba peor, nos decía cual- quier cosa, nos decía perras, nos decía “putas como su madre”, pero ya no, a veces se pone bravo, pero no como antes.
Los hombres están acostum- brados a que les sirvan. Si no les sirven, no comen. Mi mami a veces no comía en las fiestas, para traerle la comida a mi papi, y él se enojaba diciendo que le traía restos. Uno de
mis hermanos tam-
bién tiene esa cos-
tumbre de ser ser-
vido, se sienta en la
mesa a que le sirvan.
El otro no, él se
sirve, él mismo lava,
y a veces también él
cocina conmigo, tenemos casi la misma edad.
Yo a veces le preguntaba a mi mami que por qué no se sepa- raba de mi papi. Ella no quería separarse, sabía decir que ya está hecho, que la unión era hasta que dios les separe, o la muerte. No quería, decía “cómo les voy a criar a ustedes, yo solo por ustedes hago todo”, y hasta ahora ella sigue haciendo todo por mis hermanos y yo.
Entonces yo le decía que igual ella hacía todo, que no dependía de él, ahí ella cambió un poco, antes no le respondía porque él venía y le callaba de una, ahora un poco sí habla ella también.
Cuando fui al Centro que está en las nubes, me di cuenta que las mujeres no tenemos que vivir así, ni insultadas ni maltratadas, porque somos iguales. Pero nos hace falta bastante para esa igualdad, no tenemos que ser maltratadas. Yo pensaba que las
cosas pueden mejo- rar o que van a cam- biar, pero no es fácil. Aprendí de bastantes temas, por ejem- plo, yo pensaba que nadie tenía derecho a tener ocio, menos todavía las mujeres,
pero ahora sé que es una de las necesidades humanas esencia- les. Mi mami nunca ha tenido ocio. Yo le comenté eso, que necesitábamos también del ocio para poder ser felices. También aprendí que tenemos que hacer todo, hombres y mujeres, que los hombres también tienen que colaborar en la casa, no solo que nosotras hagamos todo. Aprendí tantas cosas que hasta me estoy olvidando algunas. Todo eso me
 “Me di cuenta que las mujeres no tenemos que vivir así, ni insultadas ni maltratadas, porque somos iguales”
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