Page 1216 - Biblia el Unico Dios

5 Dichosos los de corazón humilde, porque recibirán la tierra que Dios les a prometido.
6 Dichosos los que tienen hambre y sed de hacer lo que Dios exige, porque él hará que se cumplan sus deseos.
7 Dichosos los que tienen compasión de otros, porque Dios tendrá compasión de ellos.
8 Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Dichosos los que procuran la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Dichosos los que sufren persecución por hacer lo que Dios exige pues el Reino de Dios les pertenece.
11 Dichosos ustedes cuando los injurien, y los persigan y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa.
12 Alégrense, estén contentos, porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes.
La sal de la tierra
13 «Ustedes son la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.
La luz del mundo
14 Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte.
15 Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del almud, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa.
16 Brille así su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
Jesús enseña sobre la ley
17 «No piensen que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
18 Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, no se le quitará a la ley ni un punto ni una letra, hasta que todo llegue a su cumplimiento.
19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.
Jesús enseña una justicia superior
(Lc.12.57-59)
20 «Porque les digo que, si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraran en el Reino de los Cielos.
21 Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal.
22 Pero ahora yo les aseguro que cualquiera que se enoje con otro tendrá que ir a juicio. Cualquiera que insulte a otro será llevado a los tribunales. Y el que maldiga a otro será echado en el fuego del infierno.
23 Si, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,