Page 1219 - Biblia el Unico Dios
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18 para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Tesoros en el cielo
(Lc.12.32-34)
19 «No amontonen tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban.
20 Amontonen más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroen, ni ladrones que socaven y roben.
21 Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
La lámpara del cuerpo
(Lc.11.33-36)
22 «La lámpara del cuerpo son los ojos. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo estará luminoso;
23 pero si tus ojos están malos, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!
Jesús enseña sobre las riquezas
(Lc.16.13)
24 Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y a las riquezas.
El afán y la ansiedad
(Lc.12.22-31)
25 «Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa?
26 Miren las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que ellas?
27 Por lo demás, ¿quién de ustedes puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a su estatura?
28 Y del vestido, ¿por qué preocuparse? Observen los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.
29 Pero yo les digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.
30 Si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con ustedes, hombres de poca fe?
31 No anden, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?
32 Que por todas esas cosas se afanan los paganos; pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan..
33 Busque primero el Reino de Dios y hacer lo que Dios exige, y recibirán también todas esas cosas.
34 Así que no se preocupen por el día de mañana: Porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.