Page 1229 - Biblia el Unico Dios
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(Mr.3.1-6; Lc.6.6-11)
9 Pasó de allí y se fue a la sinagoga de ellos.
10 Había allí un hombre que tenía una mano seca. Y le preguntaron si era lícito curar en día de reposo, para poder acusarle.
11 Jesús les dijo: «¿Quién de ustedes que tenga una sola oveja, si ésta cae en un hoyo en día de reposo, no la agarra y la saca?
12 ¡Cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en día de reposo.»
13 Entonces dice al hombre: «Extiende tu mano.» El la extendió, y quedó restablecida, sana como la otra.
14 Pero los fariseos, en cuanto salieron, se confabularon contra Jesús para ver cómo eliminarle.
El siervo escogido
15 Jesús, al saberlo, se retiró de allí. Le siguieron muchos y los sanó a todos.
16 Y les mandó enérgicamente que no le descubrieran;
17 para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías:
18 He aquí mi Siervo, a quien elegí, mi Amado, en quien me complazco. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará el juicio a las naciones.
19 No disputará ni gritará, ni oirá nadie en las plazas su voz.
20 La caña cascada no la quebrará, ni apagará la mecha humeante, hasta que
lleve a la victoria el juicio:
Is 42:1-4
21 en su nombre pondrán las naciones su esperanza.
La blasfemia contra el Espíritu Santo
(Mr.3.20-30; Lc.11.14-23)
22 Entonces le fue presentado un endemoniado ciego y mudo. Y le curó, de tal manera que el ciego mudo hablaba y veía.
23 La gente estaba asombrada de lo que Jesús hacía, y se preguntaba: «¿Será Jesús el hijo de David que Dios prometió para salvarnos?»
24 Mas los fariseos, al oírlo, dijeron: «Este no expulsa los demonios más que por Beelzebul, Príncipe de los demonios.»
25 Pero como Jesús conocía sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no podrá subsistir.
26 Si Satanás expulsa a Satanás, contra sí mismo está dividido: ¿cómo puede, entonces, mantenerse en pie su reino?
27 Y si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan sus hijos? Por eso, ellos serán sus jueces.
28 Pero si por el Espíritu de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.
29 «O, ¿cómo puede uno entrar en la casa del fuerte y saquear sus vienes, si no ata primero al fuerte? Entonces podrá saquear su casa.
30 «El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.