Page 1233 - Biblia el Unico Dios

36 Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña y del campo.»
37 El respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo de Dios;
38 el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno;
39 el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
40 De la misma manera que se recoge la cizaña y se quema en el fuego, así será al fin del mundo.
41 El Hijo de Dios enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los que sirven de tropiezo y a los obradores de iniquidad,
42 y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. 43 Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.
El tesoro escondido
44 «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.»
La perla de gran precio
45 «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas,
46 y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.
La red
47 «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases;
48 y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, a escoger el pescado y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.
49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos
50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y la desesperación.
Tesoros nuevos y viejos
51 Jesús les dijo: ¿Han entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor.
52 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.»
Jesús en Nazaret
(Mr.6.1-6; Lc.4.16-30)
53 Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí.
54 Viniendo a su tierra, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros?
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas?