Page 1267 - Biblia el Unico Dios
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 20 Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día.
21 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.
22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.
Los discípulos recogen espigas en el día de reposo
(Mt.12.1-8; Lc.6.1-5)
23 Aconteció que al pasar Jesús por los sembrados un día de reposo, sus
discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas
24 Entonces los fariseos le dijeron: «Oye ¿por qué hacen en sábado lo que no es
lícito?»
25 El les dice: «¿Nunca han leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él
y los que le acompañaban sintieron hambre,
26 cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar, y
comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio
también a los que estaban con él?»
Lv.24:9; 1 S.21:1-6
27 Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado.
28 Por tanto, el Hijo de Dios también es señor del sábado.»
Marcos 3
El hombre de la mano seca
(Mt.12.9-14; Lc.6.6-11)
1 Jesús entró de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano seca.
2 Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle.
3 Jesús le dijo al enfermo: «Levántate y ponte en medio de todos.»
4 Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» Pero ellos callaban.
5 Jesús miró entonces con enojo a los que le rodeaban, y entristecido por la dureza de su corazón le dijo a aquel hombre: Extiende la mano. El hombre la extendió, y su mano quedó sana.
6 En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra Jesús para ver cómo eliminarle.
La multitud a la orilla del lago
7 Jesús se retiró con sus discípulos hacia el lago, y le siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea,
8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran muchedumbre, al oír lo que hacía, acudió a él.
9 Entonces, a causa de la multitud, dijo a sus discípulos que le prepararan una pequeña barca, para que no le oprimiesen.





































































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