Page 1268 - Biblia el Unico Dios
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 10 Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él.
Mr.4;1; Lc.5:1-3
11 Y cuando los espíritus impuros lo veían, se ponían de rodillas delante de él y gritaban: ¡Tú eres el Hijo de Dios!
12 Pero Jesús les ordenaba severamente que no hablaran de él en público.
Elección de los doce apóstoles
(Mt.10.1-4; Lc.6.12-16)
13 Después, Jesús invitó a algunos de sus seguidores para que subieran con él a un cerro. Cuando ya todos estaban juntos,
14 eligió de entre ellos a doce, para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje. A éstos les dio el nombre de apóstoles,
15 y les dio autoridad para expulsar a los demonios.
16 Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de 1Pedro;
17 a 2 Jacobo hijo de Zebedeo y a 3Juan, el hermano de Jacobo, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno;
18 a 4Andrés, 5Felipe, 6Bartolomé, 7Mateo, 8Tomás, 9Santiago el hijo de Alfeo, 10Tadeo, 11Simón el Cananeo
19 y 12Judas Iscariote, el mismo que le entregó.
La blasfemia contra el Espíritu Santo
(Mt.12.22-32; Lc.11.14-23)
20 Después de esto, Jesús regresó a casa. Y era tanta la gente que volvió a reunirse, que ni él ni sus discípulos podían siquiera comer.
21 Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, porque decían: «Está fuera de sí.»
22 Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Está poseído por Beelzebul» y «por el príncipe de los demonios expulsa los demonios.
Mt.9:34; 10:25
23 Jesús, llamándoles junto a sí, les decía en parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?
24 Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir.
25 Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá subsistir.
26 Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, porque ha llegado su fin.
27 Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear sus bienes, si no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa.
28 Yo les aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean.
29 Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno.»
30 Esto lo dijo Jesús porque ellos afirmaban que tenía un espíritu impuro.
La madre y los hermanos de Jesús
(Mt.12.46-50; Lc.8.19-21)
31 Mientras tanto, la madre y los hermanos de Jesús llegaron a la casa donde él estaba, pero prefirieron quedarse afuera y mandarlo a llamar.





































































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