Page 1282 - Biblia el Unico Dios
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43 Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres en la Vida que, con las dos manos, ir al infierno de fuego que no se apaga.
45 Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado al infierno
47 Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a el infierno,
48 donde su gusano no muere y el fuego no se apaga;
49 porque todos han de ser salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal.
50 Buena es la sal; mas si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaran? Tengan sal en ustedes y tengan paz unos con otros.»
Marcos 10
Jesús enseña sobre el divorcio
(Mt.19.1-12; Lc.16.18)
1 Jesús salió de Capernaum y fue a la región de Judea y a la tierra que está al oriente del Jordán. Allí volvió a reunírsele la gente, y él comenzó de nuevo a enseñar, como tenía por costumbre.
2 Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: «¿Puede el marido repudiar a la mujer?»
3 Jesús les respondió: ¿Qué les prescribió Moisés?»
4 Ellos le dijeron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.»
5 Jesús les dijo: «Teniendo en cuenta la dureza de su corazón escribió para ustedes este precepto.
6 Pero desde el comienzo de la creación, Dios los hizo varón y hembra.
7 Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer.
8 y los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne.
9 Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.»
10 Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto.
11 Jesús les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla;
12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.»
Jesús bendice a los niños
(Mr.19.13-15; Lc.18.15-17)
13 Le presentaban unos niños para que Jesús los tocara; pero los discípulos les reñían.
14 Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, no se lo impidan, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios.
15 Yo les aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
16 Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos.
El joven rico
(Mt.19.16-30; Lc.18.18-30)